Equipo decepción y sorpresa de la Champions

 Equipo decepción y sorpresa de la Champions

Cada temporada de la Champions League trae consigo equipos que superan expectativas y otros que decepcionan. En la edición 24/25, el Real Madrid fue el equipo que más dejó que desear, a pesar de haber alcanzado los cuartos de final. Desde el comienzo del torneo, su rendimiento fue irregular, con partidos donde nunca mostró la calidad que se esperaba de un vigente campeón.

El Madrid inició la competencia con la etiqueta de favorito para llevarse la Orejona, respaldado por una plantilla repleta de estrellas como Vinícius Júnior, Jude Bellingham, Rodrygo y su fichaje estrella, Kylian Mbappé. Sin embargo, lejos de reforzar al equipo, la llegada del francés pareció desestabilizar el proyecto, en gran parte por la forma en que fue incorporado.



El presidente Florentino Pérez apostó por Mbappé sin tener claridad sobre su adaptación y, al mismo tiempo, dejó ir a Toni Kroos, pieza clave en el mediocampo que controlaba el ritmo del equipo. 

Carlo Ancelotti tampoco encontró la fórmula correcta para hacer funcionar al equipo. Con problemas en el mediocampo y la defensa, tomó decisiones que no dieron resultado, como colocar a Mbappé como delantero centro, cuando su mejor desempeño es como extremo. Además, Lucas Vázquez fue reconvertido en lateral y Tchouaméni en central,


 
Esto se reflejó en los duelos contra Inter de Milán, Liverpool y Arsenal, donde el Madrid mostró una falta de juego brutal, sin una identidad clara ni reacción táctica ante los problemas. 


LA SORPRESA DE LA CHAMPIONS

Si hubo un equipo que sorprendió en esta edición de la Champions League, ese fue sin duda el FC Barcelona. Después de varias temporadas marcadas por fracasos y decepciones, pocos esperaban que el conjunto blaugrana tuviera un rendimiento tan espectacular. Sin embargo, bajo la dirección de Hansi Flick, lograron cambiar por completo su dinámica y se convirtieron en un rival temible.

El Barcelona venía de una temporada difícil, con problemas estructurales y resultados que no reflejaban la grandeza del club. La llegada de Hansi Flick generó dudas, especialmente porque el técnico alemán no hablaba el mismo idioma que la mayoría de sus jugadores. Sin embargo, más allá de la barrera lingüística, supo transmitir su idea futbolística con claridad, logrando que el equipo la adoptara rápidamente.



Aunque el primer partido no fue el mejor, desde entonces todo cambió. El Barça empezó a mostrar un juego dinámico y directo, con grandes remontadas como la que lograron ante Benfica.

El éxito del Barcelona esta temporada no fue casualidad. Flick realizó ajustes estratégicos que dieron frutos inmediatamente:

  • Movió a Raphinha a la banda izquierda, potenciando su rendimiento y permitiéndole mayor impacto en el ataque.

  • Realizó estudios físicos a Pedri para prevenir lesiones, asegurándose de que su estrella estuviera en óptimas condiciones durante toda la temporada.

  • Retrasó ligeramente a Pedri en el mediocampo, dándole más espacio para la creación de juego y asegurando mejor control en la transición ofensiva.

Estos cambios permitieron que el Barcelona recuperara su esencia, jugando un fútbol vistoso y efectivo que recordó sus mejores épocas.



Inicialmente, pocos creían que el Barcelona llegaría más allá de cuartos de final, pero callaron bocas con su rendimiento. Se convirtieron en candidatos reales a levantar la Orejona, ofreciendo exhibiciones de fútbol de primer nivel contra equipos como Bayern Múnich, Borussia Dortmund e Inter de Milán.

Lamentablemente, la suerte no estuvo de su lado en las semifinales de vuelta y fueron eliminados por el Inter, pero dejaron una gran impresión en la competición. Tanto Pep Guardiola, Gianluigi Buffon y Toni Kroos elogiaron el juego directo y emocionante que desplegó el Barça

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